Nos pasamos debatiendo que no se venden las propiedades de las carteras de las inmobiliarias. Arribamos básicamente a que: los precios de venta pretendidos no son correctos, y no digo que no sea así, pero propiciamos una baja, tras baja en los precios que pareciera que estamos de remate, incluso en algunos casos por debajo de su costo de reposición, y tampoco podemos conseguir velocidad de venta, verdad?
Vemos como hasta la migración explicaría la falta de venta, tal como leí en un diario de primera línea días atrás, que explicaba cómo el stock de propiedades en venta en la zona norte de Bs As ha subido interanualmente en un 70%, y continuaba diciendo que los índices de compra/venta han caído hasta un 50%, yo diría que en algunos lugares incluso más…
Sin duda el mercado está cambiando, la oferta supera ampliamente la demanda.
Me inclino por pensar que hay procesos combinados, que generan más tensión en la demanda por encima de los fenómenos locales. Es que no podemos escapar a los factores no económicos que están impactando sobre la elección de la vivienda tanto en venta pero también en alquiler.
El recambio generacional de compradores/usuarios con logísticas de vida y filosofías absolutamente disruptivas, en relación a las generaciones anteriores, que conforman nuestro mercado, como así también los nuevos demográficos a los que pretendemos entender para satisfacer, nos demuestran la obsolescencia de los espacios que pretendemos comercializar. Esto también está pasando!!!!
Es que es difícil digerir que una propiedad con menos de diez años esté tan fuera de preferencia, como sí sería para nosotros visible, que una unidad de tres dormitorios que posea un solo baño ya no tiene mercado.
Sin embargo no solamente estamos ofreciendo productos usados que se encuentran desactualizados, también nos pasa con algunos nuevos. Es que también se sigue sin entender que los nuevos modelos de trabajo y la economía de los intangibles, llegaron con una velocidad que muchos desarrollistas no logran todavía adaptarse en su producto ampliado y meta producto, y están naciendo proyectos a estrenar ya desactualizados.
Creo que hay que repensar, y no sólo re tasar; también rehabilitar, en tres grandes áreas: universalidad, sustentabilidad y eficiencia, las construcciones usadas y reconceptualizar las nuevas, adaptarlas a las preferencia de la demanda. Esto nos ayudará a vender a precios más justos.
Lo que se necesita es una arquitectura mucho más líquida, donde la innovación es obligatoria, que materialice espacios regenerativos y flexibles, los espacios tendrán que adaptarse con mucha más velocidad que antes a los cambios que vendrán, y serán muchos, rápidos y constantes. Autos electricos, autos autónomos, etc…
Los inmuebles ya no serán un lugar donde por décadas puedan permanecer sin cambios, es más, hasta capaz que dejemos de llamarlos inmuebles en algún momento, pensándolo bien…
Las tendencias como la sustentabilidad serán imposibles de ignorar. Como decimos en 4S Real Estate; «Pensamos que en un futuro muy cercano los proyectos que no tengan elementos de sustentabilidad, pueden verse muy afectados en la demanda, es que si bien no estamos dispuestos a pagar más por un hogar que sea sustentable al igual que no pagaríamos más por un auto que no tenga airbag, aunque claramente en este caso, no lo compraríamos».
