El siglo XXI avanza y nuestra forma de vivir cambia, irrumpen en esta primera parte la generación de los Millennials sobre los que ya hablamos bastante, el mundo se vuelve cada vez más pequeño y nosotros más nómades, perseguimos la libertad financiera y nos encanta trabajar desde casa, nos agrupamos en Tribus digitales y nos volvemos cada vez más solitarios al mismo tiempo.
Todo esto nos plantea desafíos inmensos a quienes formamos parte de alguna manera del mundo del Real Estate, ya que debemos interpretar hacia el futuro cómo satisfacer la demanda de nuestros clientes, incluso cuando ellos todavía no las han detectado, en un futuro casi presente, donde los cambios demográficos y sociológicos nos proponen incrementos en los hogares de solos y solas, familias ensambladas y usuarios de la tercera edad debido a la creciente expectativa de vida.
En el siglo pasado se pensaba que como mínimo una vivienda debía tener 12m2 por cada integrante que la ocupara, de esa forma un hogar para cinco personas tendría como mínimo 60m2 ( 5* 12=60). Sin embargo en esta nueva era, los espacios se achican, se busca el Ticket por encima de todo, las viviendas ya no solo dan protección, seguridad y privacidad como antes; ahora también buscamos que sea una buena inversión a futuro, ubicación cercana a nuestro trabajo, ambientes dignos respecto de la zona y su seguridad, como así también un entorno saludable.
Por todo esto, quienes tenemos el desafío de crear los espacios de vida de nuestros clientes, debemos desarrollar entornos adecuados para implantar en ellos hogares más INTELIGENTES, ECOLÓGICOS Y ECONÓMICOS, con MÁXIMA AMBIGÜEDAD y VERSATILIDAD FUNCIONAL, de modo de cobijar en ellos una enorme variante de modelos de vida!
