La vida de las personas a quienes les ofrecemos hogares tienen ciclos independiente de los ciclos económicos. Es decir, si una familia se amplía o reduce, si se cambia de localización, etc; requiere decidir sobre un proyecto de vida, sin TIR (Tasa Interna de Retorno) ni VAN (Valor Actual Neto). He visto cómo, ante estas situaciones, las personas se comportan de manera netamente emocional buscando convalidar racionalmente lo que están haciendo. Es una cuestión que pongo sobre la mesa en los equipos de venta que tengo oportunidad de intervenir, ya que cuando los ciclos económicos no acompañan, sigue habiendo oportunidades para vender a este tipo de cliente; claro, con otro discurso, con otro lenguaje, pero allí están.